MAS QUE DISCO UN CLUB

“Durante los próximos minutos miles de canciones serán escuchadas alrededor del mundo, unas serán alegres y vibrantes, otras tristes y melancólicas, pero todas de algún modo reflejan nuestras propias vivencias; nosotros formaremos parte de ese desfile interminable, le invitamos a una reunión más de nuestro club… el Disco Club”.


Esta introducción en la voz del maestro rockero Gerardo Manuel daba luz verde día a día para la apertura de aquel recordado programa que se transmitía por el canal del Estado a finales de la década de 1970.
Eran los tiempos en que el Perú enfrentaba una fuerte crisis económica y social. En el mundo, el aumento de las tensiones de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética causaban pánico ante una amenaza nuclear.
Las emisoras radiales golpeaban fuerte con la música disco y las discotecas de Lima brillaban con sus bolas de espejos como signo representativo de la época.
En las pantallas de TV, Disco Club marcaba un hito en la historia al ser el primer programa peruano en difundir videoclips musicales de todo el planeta. El reconocido MTV recién iniciaría transmisiones a mediados de 1981.

Aquí empezaría una gran razón del por que tanta gente se haría fan y adicta a la música pop-rock de los ochentas. Y yo pasaría a formar parte de esta gran legión de seguidores…


MIS INFLUENCIAS

Javier, Rolando y Roosvelt siempre hablaban de lo mismo dentro y fuera del salón. "Viste el programa ayer?", "Bacán el video no?". Sus temas preferenciales en el colegio siempre se basaban en el rockero televisivo de la tarde anterior.
En casa de mis padres se consumía música del folklore nacional, baladistas hispanos, salsa clásica y los guardaditos de antaño como La Sonora Matancera.
Debo reconocer que mi única previa en pop-rock en inglés fue haber visto "Fiebre De Sábado Por La Noche" y "Grease" dos veces en el Cine Pizarro. De otro lado, escuchaba tararear una misma canción a mi primo Marcos Tardío Guzmán (en la familia muchos llevamos el nombre del abuelo). Aquellas tonadas las tenía fijamente grabadas en mis oídos y por supuesto en mi memoria.

Cine Pizarro de Plaza Italia en el Centro de Lima.

Ni sabía que ya existía La Más Más de Radio Panamericana, pero ya tenía el 'bichito' por ese género. Me prendía de la FM y al ritmo de Donna Summer, Gloria Gaynor y Olivia Newton John, pasaba mi tiempo libre escuchando aquella música del momento y aprendiendo nuevos temas de la lengua inglesa.
Casi a la par se imponía mirar Disco Club y desde la primera vez que lo hice no creo haber faltado a ninguna emisión.
Salía disparado desde el cole para tomarme la 91 (los celeste y blanco que hasta hoy pasan por el Cementerio El Ángel) y más tarde me metía un trote de diez minutos para llegar a mi casa de La Atarjea en la zona privada de ESAL (hoy llamada SEDAPAL). Siempre llegaba justito a la hora del programa que empezaba a las 18:30.
"Cámbiate el uniforme y lávate las manos" regañaba mi mamá. "Ahorita" solía decirle (el primer corte a comerciales era clave para en dos minutos cumplir sus deseos). Igual llegaba el lonchecito a la mesa.
Eran días en lo que todo giraba en torno a la música disco. Sin embargo, esto cambiaría poco tiempo después. El género que alcanzó su edad de oro entre 1975 y 1979 comenzaría a desaparecer del espectro bailable de la noche a la mañana. Aseguran desde EE.UU. que el adocenamiento de estos productos y la aparición de alternativas de baile evolucionadas (Dance, Techno…) crearon un sentimiento antidisco cada vez más perceptible. Las emisoras de radio comenzaron a abandonar el género, sobretodo y notoriamente a partir de 1980.

Disco Club no sería la excepción y las preferencias del programa se inclinarían más por pasar videoclips de grupos afiatados, consagrados y de otro estilo como Led Zepellin, Queen, Rolling Stones y Pink Floyd.
Un buen día llamaron profundamente mi atención un grupo de cuatro muchachos que llevaban diferentes maquillajes en el rostro y atuendos que parecían sacados de un cómic de terror. Se trataba de Kiss.
"Ah, esta es la canción que tararea Marcos" decía cuando sonaba "Sure Know Something". Se repetía incesante programa tras programa.
Queríamos parodiarlos, queríamos ser como ellos y así nos juntábamos con mis primos en la casa de los abuelos para con maquillaje prestadito pintarrajearnos los rostros tal cual a su estilo y personajes. Los palos de escoba fungían de guitarras y ollas volteadas hacían de batería. Ahhh, que recuerdos!

"Sure Know Something"- KISS (1979)

 
Para ese entonces ya sabía algo y aprendía un poquito más de The Beatles, Bee Gees, Abba, Village People y Tina Charles.
Ya no podía imaginar la vida sin ver Disco Club. Hasta los domingos estaba pegado a la televisión, previa pichanguita de fulbito.
El gusto y el aprendizaje corrían de la mano vertiginosamente. Era algo más que especial para mis sentidos. De pronto, ya estaba metido de lleno en esto.

LA ‘80’ EN EL PECHO

Precisamente a inicios de la década ochentera y semana tras semana empezaron a aparecer grupos y bandas estupendas que personificaron nuevos movimientos del rock y otros que simplemente se consolidaron como The Police, Toto, U2 y Duran Duran. Solistas de la talla de Bruce Springsteen, Rod Stewart y Lionel Richie también marcaban la pauta de lo que vendría más adelante.
Y lo que vino fue un aluvión de buenos artistas con el agregado de mostrarle al mundo dos monstruos como sus estandartes mas valiosos: Michael Jackson y Madonna, apodados respectivamente “El Rey y La Reina del Pop”.
Era cotidiano juntarme con Héctor y Joel, mis amigos de barrio. Además de charlar sobre Disco Club, nos comprábamos esas revistitas llamadas “Funky Hits” que aparecían todos los lunes en los kioscos de diarios del centro de Lima (nunca fue fácil encontrarla en otro lugar). Era un cancionero en inglés con las letras de las canciones del momento. La presentación era algo misia, pero satisfacía nuestra avidez al incluir boletines y rankings de la entonces famosa publicación norteamericana Billboard. No hablábamos el idioma, pero que bien que nos aprendíamos toditos los temas.

La radio roja JVC de mi madre dormía conmigo y gozaba despertar cada mañana escuchando un “Don’t You Forget About Me”de Simple Minds o un "Head Over Heels" de Tears For Fears. Era increíble. Sentía energía para empezar otra vez.
Junto a varios amigos cercanos, hasta hoy decimos que toda esa música fue espectacular, contagiante y nos hizo sentir como si fuéramos parte de ella. No importaba donde te encontrabas. En cualquier lugar vibrabas con un tema.
Pienso y recuerdo donde me crié, con quienes compartí aquello y lo añoramos.
Como no recordar las fiestas del que fue mi querido barrio. En los ‘tonos’ juveniles de La Atarjea había diferente tipo de música pero los que nos sentíamos ‘rockeritos’ salíamos embalados a la pista si sonaba una movida como Freeze Frame o Idaho Privado. Nos divertíamos fabulosamente.

Freeze Frame- The J Geils Band (1981)

Si bien es cierto que el pop y el rock son mi preferencia, en aquella inolvidable época también aprendí de otros géneros. Había buena salsa y buen merengue.

Te acuerdas que la salsa romántica despegó en los años 80? Claro, y allí estaban Frankie Ruiz, Eddie Santiago, Paquito Guzmán, Willie Gonzáles y el nicaragüense Luis Enrique. Ni hablar de las salsas bailables del venezolano Oscar D'León que la rompía con temas como “Yo quisiera saber“, “Hechicera“, “Calculadora“, “Lloraras”, “Mis Hijos”, “A El” y “Detalles“.

El merengue brillaba de la mano de la agrupación femenina “Las Chicas del Can“ . Ellas nos hacían mover el esqueleto con temas como "El Negro no puede", "La Media María", "Juana la Cubana", "Culeca" y "Ta' Pillao".
Y como aprendí títulos, tonadas y letras de diferentes géneros, los amigos me agarraban de punto para ser el Dj en las fiestas aunque yo solo me consideraba un radioyente constante. Eso sí, anteponía la variedad antes que mis gustos personales. Nunca tres temas de rock fuerte en seguidilla. Los momentos pico con la gente saltando y vibrando me hacían sentir como todo un experto sobre el tocadiscos. Cosas de adolescente que hoy tomo como anécdotas.

UNA DECADA PRODIGIOSA 

Los ochenteros existen por todos lados. Los hay no sólo por la música. También los hay por las películas, por las series, por los videojuegos o por los dibujos animados. Donde quiera siempre verás a alguien luciendo una camiseta de Madonna, Top Gun, Inspector Gadget y hasta del Pac-Man.
Me gustaría encender la televisión para volver a ver Fantasmagórico, El Hombre Par o Don Gato y su Pandilla.
Vi repetidamente "Porky’s” y me carcajeaba de las ocurrencias de 'Pee Wee'. Mi mente vuela con las imágenes de "El Imperio Contraataca”, “E.T.: El Extraterrestre, “El Regreso del Jedi", "Footloose" y "Volver al futuro”.
Esa fue nuestra década. La que nos trajo muchas cosas y tantos recuerdos.

Quien no tomó algún día los “bussing”, esos micros grandes que atravesaban media Lima? Quien no disfrutó con el triunfazo de Perú en el Centenario de Montevideo y la tarde cuando clasificamos por última vez a un Mundial? Quien no se llenó de paz con la visita del Papa Juan Pablo II? O quien no salió de sus casas para tratar de ver el paso del Cometa Halley?

Seguro que hay mucho por recordar, pero existen temas en los que hay gente que sabe más. La cita de este blog es con la música.

Sea en inglés o español la llevo en las entrañas. Por eso me compro videos, los veo y los disfruto como si fuera ayer. La melodía la llevo en mi computadora, en mi ipod y en mis ringtones. Celebro cada concierto que voy sin importarme que el paso de los años hizo alguna mella en las voces de los cantantes. Muchos la conservan casi intacta y la instrumentación sigue siendo genial.

Los que ya no están seguirán vivos en nuestros corazones y solamente espero que los fans como yo le demos el crédito que se debe a los que nos trajeron esta música que todavía amamos hoy en día.

Fue un tiempo increíble y gracias a Dios por eso!

   “Goodnight Tonight” – Paul McCartney & Wings (1979). 

                                         Uno de los temas cortina más usados del recordado
                                         programa peruano 'Disco Club'.