DJ, DEEJAY, DIYEI

Confieso que muchas veces pensé que ser DJ de radio debía ser más que un trabajo un hobby divertido. Y que si te pagaban bien por ello mejor aún. Entre algunas frases que recuerdo, mi razonamiento más o menos era así: “no llegan a las ocho horas de labores diarias”, “escogen su propio material” y “se hacen harto conocidos aunque muy pocos los hayan visto alguna vez”.
Era un asunto que de chiquillo siempre me pasó por la cabeza, aunque claro, visto desde afuera cualquier opinión pecaba de tener escasa validez.
De lo que si tenía certeza era que las chicas se desvivían en elogios para con ellos y les hablaban coquetamente si entraban al aire en pleno programa en vivo. Es mas, si pasabas por el frontis de alguna radioemisora limeña de moda, no era raro ver a grupos de muchachas apostadas por los alrededores con el afán de conocerlos, tomarse una foto o rescatar algún autógrafo de su Dj favorito.

Que cual era la estación radial de pop-rock mas asediada de los ochentas?
Sin ninguna duda les digo que era la que tenía su base de operaciones en la calle Mariano Carranza de Santa Beatriz. La rompían con La Más Más, contaba con una programación muy organizada y la versatilidad de sus conductores causaba un efecto de furor que se traducía en audiencia fija a cualquier hora del día. Era la super poderosa Radio Panamericana.
Desde el 101.1 de la frecuencia modulada, las voces de maestros como Iván Márquez (Eva y Yo) y Lucho Argüelles (Fresas con Crema) formaban el jale perfecto para sentirnos acompañados de buena música y estupenda conducción. Y detrás de ellos estaban otros no menos grandes del micrófono como Johnny López, Sammy Sadovnik, Walter Gonzáles y Javier Lishner. Tremendo equipo!

Es cierto que en la FM siempre tuvimos famosos montadiscos. Y claro, no sólo Panamericana se llevaba todas las preferencias. Quizás era la empresa más sólida económicamente. La de los regalos en las calles y la productora de mega eventos en las que se incluyeron conciertos multitudinarios como los de Soda Stereo o Indochina.
Sin embargo, la primera cadena musical peruana tuvo dura competencia.
Una de ellas fue Radio Studio 92, que bajo similar formato y programas innovadores logro ganar alta audiencia. Destacadísimos djs le dieron el impulso necesario para sobresalir en las ondas del sonido estereo.
Recuerdo a este sexteto: Randy Calandra (dos veces Record Guinness por hacer un “Non Stop Talking Radio”, una locución ininterrumpida que consiguió en 1986 y 1988), ‘Coco’ Valderrama, Arturo Otoya, Billy Morris, y Mario Liberti.

En el 98.1 del dial que perteneció a Radio1160 -hoy Onda Cero- se lucían Pedro Silva, Jimmy Araujo, Reynaldo Aragón y el hiperactivo Martín Acha Fiorani.
No me puedo olvidar de Doble Nueve (99.1 Mhz), hasta ahora llamada “La Radio Rock en Lima”. La del sonido diferente, la del estilo propio, con sus locutores impostando la voz y la que se adelantaba en tiempos antes de que las canciones salieran en alguna programación de la competencia.
Generaba polémica. Se decía que era una radio sólo para pitucos, surferitos, de la 'high life'. Para mi fue una etiqueta impuesta pues su única identidad fue mostrar a una emisora netamente rockera que la podía escuchar cualquiera. Prevalecía el oído de sus operadores y no lo que dictaban los primeros lugares del Billboard o sus pares ingleses. En otras palabras, no les aterraba no poner la música mas comercial del momento.
Ellos le dijeron no a la música disco, punk y gran parte del pop.
De sus intermedios propagandísticos ni que decir. Eran super jocosos. Los mismos conductores de la radio hacían el trabajo. Muchos se acordaran de frases que hicieron populares como "Tii-tuuus!!" o "Ni-ú Ay-yuuu".
De allí recordamos a ‘Johnny 99‘, Oscar Guerra y “El Chapu”.

Pero no solo los djs varones se destacaron dentro de la onda rockera de los ochenta. La voz femenina con calidad y conocimiento también nos acompaño durante gran parte de aquella década y fueron en gran medida otro punto de referencia de la música.
La memoria nos conecta a Susana Alcántara de Panamericana y Lizzie Stolliar junto a Patty Plant de Doble Nueve. Susana A. nos presentaba impecablemente “Las 30 Más de la Semana”. Patty le daba curso al metal con Iron Maiden de abanderado y Lizzie (el amor platónico de muchos y me incluyo) era la locutora que aparecía los domingos para entregar el ranking de los siete días.
Párrafo afarte nos merece Diana García de Palacios (QEPD), la voz melodiosa e inolvidable que impuso su talento por las ondas de Radio Miraflores, America y Telestereo 88FM. Que calidad la de esta señora a la que nunca le gustaron las cámaras ni los flashes. En entrevistas siempre decía “solo soy voz, para que quieren verme”. Una grande de las cabinas radiales del Perú que con su clásico programa “Tu, yo y mis discos” embelezó a sus miles de seguidores.

La gran Diana Garcia de Palacios (QEPD)

Haciendo un flashback de las radios de los 80s podemos concluir en que definitivamente fueron otra cosa. Los Djs se destacaron por su cultura e ingenio. Por eso, somos muchos los que recordamos ese profesionalismo.
La gente mayor me ha contado de que también hubo buenazos en décadas anteriores. Señorones del micrófono que desplegaron su arte por diferentes emisoras y dejaron huellas imborrables conduciendo programas de música criolla, clásica, jazz, bolero, guaracha y hasta el mismo rock.
Y yo que decía que el trabajo de un Dj radial mas se parecía a una actividad que sonaba similar a un hobby. Veo que estaba equivocado, pues no solo hay que tener valentía para sentarse frente a un micrófono, sino que hay que preparar material para dar curso a un programa que sea del gusto y la exigencia del oyente.
La mayoría de los disc-jockeys que mencionamos, entre otras cosas tenían que hacer listas, rankings, entrevistas, cuadros de concursos y hasta chamba extra como maestros de ceremonia en los diferentes eventos musicales de la radio a la cual pertenecían.
En suma, una profesión donde los privilegiados para destacar no parecen ser muchos.
Eso sí, djs y locutores, los de antes!

Escuchar esto escarapela el cuerpo. Que voces!